Madrid, 19 de julio del 2023.- Todos los cirujanos sabemos de la importancia del anestesista en cada una de nuestras intervenciones. Para los que entramos, cada día, en un quirófano, la tecnología, la experiencia y los profesionales que te acompañan forman parte de equipo perfecto. Precisamente, hoy quiero destacar el trabajo imprescindible de los anestesistas. La respuesta al paciente será la mejor con la interacción Anestesia y Cirugía basada en:
Comunicación abierta y efectiva: Fomentar una comunicación clara y abierta entre el cirujano y el anestesista es crucial. Antes de la cirugía, deben discutir el plan de tratamiento, los riesgos y cualquier problema médico relevante del paciente. También deben estar dispuestos a compartir información durante la operación si surgen situaciones inesperadas.
Reuniones preoperatorias: Antes de la cirugía, es recomendable realizar reuniones preoperatorias donde el equipo quirúrgico, incluidos el cirujano y el anestesista, pueden revisar el caso del paciente, discutir cualquier inquietud y planificar el enfoque quirúrgico y anestésico de manera conjunta.
Uso de tecnología y registros electrónicos: El uso de sistemas de registros electrónicos compartidos puede facilitar la comunicación y el acceso rápido a información relevante sobre el paciente y el procedimiento quirúrgico.
Entrenamiento interdisciplinario: Proporcionar oportunidades para que los cirujanos y anestesistas se capaciten juntos o asistir a cursos interdisciplinarios puede mejorar su comprensión mutua de las prácticas y desafíos de cada uno.
Respeto y trabajo en equipo: Fomentar un ambiente de respeto mutuo y trabajo en equipo es fundamental para una colaboración efectiva. Cada profesional debe valorar el papel y la experiencia del otro en el proceso quirúrgico.
Estándares y protocolos: Establecer estándares y protocolos de atención que definan claramente los roles y responsabilidades de cada profesional durante la cirugía. Esto ayudará a evitar malentendidos y promoverá una coordinación más fluida.
Simulaciones y entrenamientos conjuntos: Realizar simulaciones y entrenamientos prácticos juntos puede ayudar a mejorar la coordinación y la toma de decisiones bajo presión.
Evaluación continua: Realización de evaluaciones y revisiones periódicas
Establecer una cultura de seguridad del paciente: Priorizar la seguridad del paciente y crear una cultura en la que se aliente a todos los miembros del equipo quirúrgico a informar sobre eventos potenciales o errores para que puedan ser abordados y prevenidos en el futuro.
Flexibilidad y adaptabilidad: Reconocer que cada caso puede ser único y ajustes precisos en el enfoque quirúrgico y anestésico. La flexibilidad y la capacidad de adaptación son fundamentales para una colaboración efectiva en el quirófano.
Al fin y al cabo, en nuestro entorno, la profesionalidad y el bagaje quirúrgico, tanto del equipo de anestesia, como el quirúrgico, hacen que los resultados sean excelentes.
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Dr.Guillermo Schoendorff, Cirujano Maxilofacial y Oral 
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