“El diagnóstico precoz es la mejor medicina para combatir cualquier cáncer”

Madrid, 16 de noviembre del 2023.- El avance tecnológico de la medicina y las numerosas investigaciones permiten asegurar que, hoy en día, los diferentes tipos de Cáncer son tratables, incluso llegamos a curarlos. La supervivencia de los pacientes es mayor que hace apenas unos años.

Así, el Cáncer de mama que era mortal hace 50 años, ahora un alto porcentaje de pacientes sobrevive. Por otra parte, los cánceres de cabeza y cuello, aunque sean los cuartos en prevalencia y etapas tempranas son curables. Sobre todo, los tumores pequeños sin metástasis. Cuando descubrimos metástasis el tratamiento es menos curativo y más paliativo.

La Clave reside en el diagnóstico precoz

Hemos avanzado muchísimo en el diagnóstico precoz del Cáncer. Esta es la mejor medicina, sin duda alguna. Esto se consigue con exámenes tempranos, Respecto a mi especialidad en la cavidad oral cualquier lesión fuera de la común, detectado por el odontólogo debe ser examina con una biopsia, y supervisada por un Cirujano Maxilofacial y Oral.

Los tumores más malignos son los que son muy difíciles de diagnosticar precozmente, por ejemplo, el Cáncer de Páncreas. porque cuando de la da la cara ya está diseminado. Por otra parte, el Melanoma también tiene una curación total es compleja, incluso con diagnóstico temprano. Hay que destacar también los cánceres neuronales, también de los más malignos, y sin previo aviso porque no nos hacemos resonancias magnéticas cada 2 años.

Las noticias positivas y realistas sobre el final del Cáncer para transformarlo en una enfermedad crónica invitan cada día al optimismo. Sobre todo, para aquellos Cirujanos que tenemos que enfrentarnos a diferentes tipos de Cáncer en nuestra actividad diaria. Sin duda alguna, su diagnóstico y su comunicación al paciente es una de las tareas más severas y exigentes para un Cirujano. Por lo tanto, destaco los últimos avances e investigaciones en el tumor cerebral raro: los craneofaringiomas papilares.

Según la siguiente información publicada por el periódico El Mundo, un tratamiento con fármacos basado en la medicina de precisión ha demostrado unos resultados sin precedentes en la terapia de un tipo de tumor cerebral raro, los craneofaringiomas papilares (PCP), lo que puede suponer un cambio de paradigma en el abordaje de este tipo de tumores, que suponen entre el 1,2-4,6 % de los tumores intracraneales.

El estudio, que se acaba de publicar en The New England Journal of Medicine, ha sido llevado a cabo por investigadores del Mass General Cancer Center, perteneciente al sistema de atención médica Mass General Brigham. Se trata de un ensayo fase II, en el que han sido incluidos 15 pacientes. Uno de los resultados más llamativos es que un 94% de los pacientes mostró respuesta a la terapia.

Los craneofaringiomas papilares son un tipo raro de tumor cerebral que causa una morbilidad importante a los pacientes. Si bien la cirugía y la radiación a menudo se usan para tratar estos tumores, la extirpación incompleta del tumor y la toxicidad de la radiación pueden dejar a los pacientes con problemas de salud de por vida después del tratamiento, incluida la disfunción neuroendocrina o la pérdida de la visión o la memoria, según explican los autores del estudio.

«El tumor se sitúa en una zona delicada, cercana al hipotálamo y la pituitaria, muy enervada y la actuación sobre la misma para tratar de eliminar el tumor con radioterapia y cirugía conlleva riesgos importantes», explica en su valoración del estudio, Pablo Santamarina, doctor en Biomedicina por la Universidad de Oviedo y miembro del grupo de Epigenética del Cáncer, adscrito al Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias, al CSIC y al IUOPA.

Los investigadores del Mass General Cancer Center han dirigido el primer protocolo de tratamiento multicéntrico en este tumor considerado raro por su frecuencia.

El estudio se basó en los descubrimientos de laboratorio General Brigham, cuyos investigadores estudiaron los impulsores genéticos del crecimiento de la PCP y descubrieron que medicamentos contra el cáncer ya existentes pueden interferir directamente con las proteínas implicadas en los PCP para detener su progresión y reducir drásticamente su tamaño.

Con base en este avance, los investigadores trataron a 15 pacientes con un inhibidor de BRAF/MEK como parte de este ensayo clínico de fase II y descubrieron que los tumores se redujeron en un promedio del 91 por ciento.

«Todos los pacientes que completaron uno o más ciclos de terapia respondieron al tratamiento, que es la tasa de respuesta más alta hasta la fecha de cualquier terapia médica para tumores cerebrales«, ha explicado Priscilla Brastianos, directora del Centro de Metástasis del Sistema Nervioso del Central Mass General Cancer Center y primera autora del estudio.

Estos resultados sin precedentes señalan «un cambio de paradigma para atacar los tumores cerebrales», ha indicado esta investigadora, porque muestran que «con el objetivo y los medicamentos correctos, la medicina de precisión puede tener un impacto dramático en los tumores cerebrales«.

Pablo Santamarina considera relevantes los resultados por los cambios experimentados en el crecimiento del tumor, la elevada supervivencia libre de enfermedad y la mejora en la calidad de vida de los pacientes que presentan este tumor cerebral primario del eje pituitaria-hipotálamo.

Antes de este estudio, los laboratorios de Brastianos y Sandro Santagata, del Departamento de Patología del Brigham and Women’s Hospital, demostraron que aproximadamente el 95% de los PCP tienen un tipo de mutación en el gen BRAF, conocida como mutación BRAF V600E, que impulsa su actividad cancerosa. Este tipo de mutación también está presente en algunas formas de melanoma. Tratamiento ya aprobado en melanoma

Recientemente, las terapias que inhiben BRAF y un gen relacionado, MEK, han sido aprobadas por la FDA de Estados Unidos para tratar el melanoma y algunos otros tipos de cáncer, lo que llevó a los investigadores a plantear la hipótesis de que un inhibidor de BRAF/MEK, en concreto vemurafenib/cobimetinib, también podría ser eficaz para el tratamiento de PCP.

Esta proteína regula una vía de señalización de las células relacionada con la división celular y, por tanto, con la proliferación del tumor. «La sobreactivación de la proteína induce a un mayor crecimiento del tumor», explica Pablo Santamarina.

En este ensayo multicéntrico en fase II, realizado por la Alliance for Clinical Trials in Oncology Network, financiada por el Instituto Nacional del Cáncer, los investigadores examinaron primero a los pacientes con PCP de todo el país en busca de mutaciones BRAF V600E para identificar a los candidatos para el estudio.

Dieciséis pacientes en nueve centros se inscribieron en el estudio y 15 finalmente completaron, al menos, un ciclo de 28 días de la terapia. En el transcurso de cuatro ciclos, la reducción mediana del tamaño del tumor fue del 91%, con un rango de 68 a 99%.

Siete pacientes no recibieron ningún otro tratamiento después de interrumpir el tratamiento con vemurafenib/cobimetinib y seis no demostraron evidencia de progresión tumoral en una mediana de seguimiento de casi dos años.

El tumor de ningún paciente progresó mientras tomaba vemurafenib/cobimetinib y no se registró ningún fallecimiento.

En cuanto a reacciones adversas tres pacientes interrumpieron el tratamiento debido a la aparición de algún efecto de este tipo, y un paciente interrumpió la terapia después de ocho días debido a anafilaxia lesión renal aguda.

Los eventos secundarios más comunes fueron erupciones, informados por seis pacientes. Aún así, muchos pacientes toleraron bien los medicamentos y eligieron continuar la terapia más allá de los cuatro ciclos prescritos como resultado de su respuesta positiva, según explican los autores del estudio.

La investigación futura puede determinar el número óptimo de ciclos de vemurafenib/cobimetinib para pacientes con PCP. Los investigadores también están avanzando en ensayos clínicos adicionales de medicina de precisión para pacientes con meningiomas y metástasis cerebrales.

Finalmente, coincido con el siguiente criterio de Enrique de Álava, Médico Patólogo, respecto al combate que nos queda con el Cáncer:

“¿Hemos acabado con el Sida? No, porque sigue habiendo virus, pero hemos conseguido que se convierta en una especie de enfermedad crónica, la podemos tratar y muy poca gente se muere de Sida en el primer mundo. Con el cáncer el problema es que hay tantos tipos de cáncer que necesitas investigación para cada uno de ellos. Por eso es infinitamente más complicado, porque cada cáncer tiene su origen. En algunos cánceres se ha avanzado en el tratamiento y han mejorado muchísimo. Por ejemplo, el cáncer infantil: hace 60 años era mortal y ahora la mayor parte evolucionan bien; la excepción son un pequeño grupo de pacientes con cáncer que no responde, como es el Sarcoma de Ewing y muchos más, y es ahí donde hay que insistir. Así pues, el cáncer se cura con prevención, con un buen diagnóstico, con buen tratamiento y también con investigación. Hay que dar mucho más dinero a la investigación”.

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